miércoles, 12 de junio de 2013
EPITROCLEITIS, "CODO DE GOLFISTA "
La epitrocleitis es una inflamación de las inserciones musculares en la epitróclea del codo. Es una variedad de tendinitis. La epicondilitis medial, también llamada epitrocleítis o “codo de golfIista”, hace referencia a la inflamación de las inserciones musculares (tendones) en la cara interna del codo están inflamadas.
El dolor puede aparecer a nivel de la inserción muscular en el hueso del codo o se puede irradiar hacia los músculos del antebrazo y ocasionalmente hasta la muñeca.
La epitrocleitis generalmente se relaciona con el sobreuso o con un traumatismo directo sobre la zona.
El dolor es más intenso después de un uso intenso o repetitivo de la extremidad, y se agrava con las actividades que suponen prensión fuerte o rotaciones del antebrazo.
El tratamiento inicial tiene tres componentes principales: protección, disminución de la inflamación, y fortalecimiento de los músculos y tendones.
La Protección incluye:
Reducir las actividades causantes de dolor
Modificar aquellas actividades que agravan el dolor
Disminuir el tiempo o intensidad de la actividad
Realizar descansos y estiramientos
Otros métodos de protección son la utilización de una codera elástica o una férula de muñeca. Un programa de estiramientos puede ser útil por disminuir la tensión del músculo sobre el tendón afecto. Los estiramientos incluyen el brazo afectado, así como el cuello, parte superior de la espalda y hombro, mano, muñeca, antebrazo y tríceps.
Para disminuir la inflamación del tendón, puede aplicarse hielo tras los periodos de ejercicio/trabajo, consiguiendo además un alivio temporal del dolor. Para la aplicación del hielo, rodeamos el codo y el antebrazo con una tela y colocamos una bolsa de hielo triturado sobre ésta. Mantener el hielo durante 15-20 minutos.
Asimismo, podemos aplicar un masaje de fricción acompañado de frío local para disminuir la inflamación y promover la cicatrización de los tendones inflamados. El hielo provoca la constricción de los vasos de superficie; la fricción los dilata. Masajeamos suavemente la zona dolorosa con el hielo durante cinco minutos. El masaje de fricción utilizamos las yemas del los dedos pulgar o índice sobre el área dolorosa. Comenzamos con una ligera presión y poco a poco iremos aumentando hasta aplicar una presión firme. Continuamos el masaje durante 3-5 minutos. Alternamos el hielo y el masaje, siempre terminando con la aplicación de hielo de forma que el área afecta no se quede inflamada. Repetir 2 ó 3 veces al día.
Para el fortalecimiento, se utilizan ejercicios de estiramiento y potenciación de los músculos y tendones afectos. Estos ejercicios son necesarios para una rehabilitación apropiada. El estiramiento de los músculos flexores y extensores del antebrazo contribuirán a prevenir el desequilibrio muscular.
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